Mierda! Pisé mierda!

Porque a todos nos pasó y nos seguirá pasando. Es como un mal inevitable, a veces se hace esperar, pero a la larga siempre llega el momento, siempre, terminamos pisando un sorete. Y que sorete señores!!! Así es, nunca nos va a tocar el de un caniche toy constipado, NO! Siempre nos tocan esas cagadas con forma de torta de cumpleaños de 2 kg ½ que te enchastran hasta las rodillas.

Sé que en estas pocas líneas ya habrá alguno que este diciendo: QUE ASQUEROSO ESTE PIBE, y yo les digo: NO SE HAGAN LOS FINOS LA PUTA QUE LOS PARIÓ QUE SEGURO QUE PUTEARON A MAS NO PODER CUANDO ENTERRARON LA PATA EN UN PEDAZO MIERDA! Es que, no es un tema menor, es un problema casi mundial.

Es increíble como algo así puede cagarte (literalmente) el día. Imaginate, vas caminando lo mas bien por la calle, justo esa mañana, valla uno a saber porqué, te levantaste contento. Y ahí estás vos, yendo a la parada del bondi, con una sonrisita de oreja a oreja, la gente pasa te mira y vos suponés que piensan: Este señor se levantó contento, qué bueno!! Aunque la realidad es que piensan: ¿y este pelotudo de que mierda se ríe? En fin, estás llegando a la esquina, te asomás desde el cordón para ver si se ve el colectivo, y de golpe PLAF! No necesitas ni mirar para abajo para saber qué es lo que acaba de ocurrir, esa sensación blandita que sentiste al pisar acompañada del rudito particular de la caca cuando se comprime entre el suelo y la zapatilla te avisan instantáneamente que te llenaste el pie de mierda de perro. Lo primero que atinás a decir es LA CONCHA DE LA LORA! Y empezás a arrastrar el pie contra el pasto, piso, cordón, vereda de la vecina, etc. todo sirve a la hora de limpiar esa asquerosidad.

Lo peor es que nunca sale del todo, y tenés que ir al laburo o al colegio así y estas toda la mañana rezando QUE NADIE SIENTA OLOR A MIERDA, QUE NADIE SIENTA OLOR A MIERDA! Lo cual es al pedo, porque siempre uno entra y dice ¿QUIÉN PISÓ? Y estás al horno.

Lo que hace mas grave al hecho es que por lo general siempre pasa cuando estrenás zapatillas, es una de las dos “Leyes Fundamentales de las Zapatillas Nuevas” (la otra es que todos los pelotudos de tus amigos te las pisan creyendo que es gracioso). Pero lamentablemente es así, los de Solo Deporte te la pusieron de parado con el precio de las zapas y no va que al primer día, como mucho el segundo, la hundiste en un pantano de mierda.

Para colmo, sabemos que la cosa no termina en el arrastre, porque como ya dijimos antes, siempre algo le queda, y acá viene la peor parte que es cuando llegás a tu casa, y automáticamente vas al patio, te descalzás, y empezás a golpear contra el piso las zapatillas para que vuelen los pedacitos incrustados de caca, y como si esto fuera poco, para finalizar esta tarea de “mierda” agarrás una ramita, y te encaminás a realizar una de las tareas mas sucias y asquerosas de la vida, terminár de sacar lo que queda. En ese momento pensás en dos cosas:

1. ¿Por qué carajo me compre estas zapatillas con 8 mil dibujitos en la zuela que no termino mas de sacar pedazos de soretes?

2. ¿Quién fue el hijo de mil putas que dijo que pisar mierda trae suerte? Forro vení a limpiarme vos entonces, y decime donde carajo esta la suerte que por culpa de un perro con diarrea explosiva pasé un día del orto.

Por suerte, con el tiempo ya ni te acordás del feo momento que te tocó vivir, claro, hasta que algún otro día te vuelva a pasar y el ciclo se vuelva a repetir…


Hernán Colman