Cómplices

En Avellaneda una tranquilita mujer, aparentemente cansada de tanto fútbol en la tele los fines de semana, asesinó a su marido e intentó desacerse del cuerpo quemandolo como si fuera un asado de esos que hacen en todas las casas los domingos (menos en la mia). Pero ojo, usted está pensnado: QUE LOCA DE MIERDA, y sí, lo és, pero no actuó sola, una amiga, y dos médicos también estan involucrados en el hecho.

Esto me puso a pensar en todas las cagadas que nos mandamos a lo largo de la vida, acompañados de uno o mas complices. Porque ninguna cagada tiene gracia cuando no podes compartirla con algun otro hdp como vos! Cual es la gracia de chocarle el auto a tu papá si no ibas con todos tus amigos re escabiados andando en zig zag y en contramano por la ruta 200 ? O qué mejor cómplice que un hermano? y acá quiero hacer párrafo aparte:

Me van a decir que nunca rompieron “sin querer” algo valioso de la casa por jugar con tu hermano a la pelota, a luchar, a tirarse piedras, a tirarse gomerazos, revoliarce sillas, etc? Es típico, no queda otra que esconder toda la evidencia como si tuvieras que desacerte de los restos de tu peor enemigo a quien mataste de 14 disparos (o de tu esposo en el caso de la loca de mierda mencionada al comienzo del post). Y esconder la evidencia es todo en un tema también. Tiene que ser un lugar al que tu mamá no tenga frecuente acceso, recomiendo el fondo de la casa de la vecina, o el inodoro (total recibe nuestras “cagadas” todos los dias). Una vez hecho esto viene la etapa mas dificil que es cuando tu señora madre se da cuenta que el platito que siempre estuvo ahi juntando tierrita al pedo ya no está, o que el malbón ahora parece una ensalada de lechuga por recibir tantos pelotazos. Ahi comienza el interrogatorio digno del FBI frente a un traficante mexicano, y las miradas complices con tu hermano te venden. Sí, esas miradas que dicen: HACETE EL BOLUDO QUE SAFAMOS DALE, o cuando la cosa se empieza a poner complicada dicen: SI CAIGO YO VOS TAMBIÉN ASÍ QUE NO ABRAS LA BOCA y después, tras la falta de pruebas viene el respiro aliviado, o en el peor de los casos, si uno se quiebra  y larga todo lo que sabe, viene el duro  castigo,  que puede ir desde una semana sin salir, a unos cachetazos a lo Soledad Slveyra, o a no dejarte ver Dragon Ball por 10 días, variando según las costumbres de cada familia, la edad y el grado de pelotudes de cada uno..

Pero volviendo al tema que nos compete(no se rían mal pensados) los cómplices son lo mejor que hay y mientras mayor es la cantidad mas divertido es, aunque aumenta el riesgo (Siempre hay un hijo de mil que te traiciona). Un claro ejemplo de esto es cuando todo un curso se pone en rebelde way y se manda alguna en el colegio y después todos mirandose entre si mientras la vieja mas ortiba de toda la escuela los recaga a pedos y exige una explicación de porque se encerraron en el aula, o porque tiraron a la profe de fiolosofía por la escalera. Llueven las miradas entre todos los participantes y de fondo pareciera escucharce esa música de suspenso al estilo definición de Bailando por un Sueño. Y por dentro pensas en esas dos horas en las que vos y tus amigos fueron dueños del aula trabando la puerta con las mesas para que nadie entre, o en la profe que quedó cuadriplejica después de rodar por 28 escalones, y se te escapa cierta sonrisita de hijo de puta, pero que importa, si a tu al rededor hay 24 hijos de puta como vos pasando por lo mismo.

Y no te sientas triste, si pensas que ya pasaste esa etapa de hacer kilombo y ahora sos un padre de familia, o una exitosa empresaria, o un traba de Constitución, el caso de esta humilde señora con los ovarios inflados como dos globos aerostaticos por el marido es el claro ejemplo de que nunca es tarde para ser un hijo de puta y tener a otros hijos de puta (pero de confianza) que te hagan el aguante. Saludos.
Hernán Colman.